martes, 1 de julio de 2008

Divagaciones de un misántropo sentimental. Parte I





Enciendo la radio, una vieja canción invade mi cuerpo haciendome ver el mundo desde otra perspectiva. Hoy le he mandado un mensaje, al igual que ayer... un mes ha pasado desde que dejase de contestar a mis llamadas. La tristeza recorre mi esencia por momentos, claro que por momentos también desaparece volviendome un ser extrañamente eufórico. Y sus rizos brillan por el cristal de mi ventana, pero ya no es ella, es el cruel reflejo de este sol maldito del sur.
Mi habitación está revuelta, hace varios dias que no piso la calle. Tal vez debería salir, sin nadie, dar un paseo en solitario, con el único acompañamiento de mis pasos.
Una camiseta a rayas servirá, botines sucios testigos de tantos andares, ciudad oscura envuelta en luz potente. Unas calles mediocres saludandome con sus resquicios rotos. Mientras camino observo las estatuas amenazantes que me apuntan con el dedo, y entonces llego hacia el comienzo de aquel pasado que se fue.
Una plaza y un banco, miro la estampa y recuerdo el momento, hace exactamente un año. Como dos espectros transparentes me descubro sentado con ella..ambos figuras fantasmales fundidas en un mismo abrazo.¡A la mierda! Como un cobarde escapo del lugar preso de un sentimiento frustrante.
Mi camino se dispersa, sentado en otra plaza, en otro banco, acabo iluminado por la luna rodeado de naranjos muertos. Estoy solo, definitivamente vuelvo a estar solo ¿Pero no es acaso esto lo que el hombre necesita? ¿No es la soledad el único remedio para encontrar la libertad? Intento convencerme a mi mismo pero soy demasiado obstinado en mis depresiones.
De vuelta a casa recorro los adoquines en zig zag, cualquiera diria que el alcohol da ordenes a mi espíritu. Soy un degradado y sucio borracho de esperanzas muertas.
Sordo entre los sordos, ciego entre los ciegos...estoy fuera de mi hasta que una dulce y delicada flor pronuncia mi nombre en la lejanía...
-¿Dante?-Los ojos en blanco delatan mi ausencia, mi falta de mundo...-¡Dante espera!- Grita con una dulzura rabiosamente insoportable. Oh mi Beatriz...¡Has vuelto a mí!
-Beatriz...-Le digo moviendo torpemente los labios.
-Si...creia que no te volvería a ver...- Será estúpida, sólo tenias que responder a mis llamadas
-Te he llamado cada dia pero...
-Shh, lo se lo se, no digas nada, ya sabemos que ese tema está más que acabado ¿Tu que tal estás? Te veo...te veo demasiado delgado- Sonrio poniendole una de mis mejores caras. Pido a Dios que me ayude en estos momentos de esquiva alegria. Miro tras ella, un grupo de amigos la esperan, miro tras de mi, ni siquiera mi sombra me sigue.
-Estás muy bien acompañada...
-Oh si, son unos viejos compañeros de la escuela, habiamos pensado en salir a tomar algo...Oye en serio, ¿Cómo estás?
-Estaría mejor si hubieses contestado mis llamadas
-Vamos Dante, olvidalo ¿Recuerdas aquella película? Si, la vimos juntos, esto es exactamente igual, quedate con lo mejor de todo lo que hemos vivido, no te empeñes en intentar que vuelva, es inútil...no se puede volver al pasado, recuerda que si miras hacia atrás corres el peligro de convertirte en estatua de sal...
-Claro Beatriz, lo que tu digas... tu siempre tenías razón...me voy.
-¿A donde vas?
-A mi casa, a dormir...no todos tenemos la misma capacidad cerebral para guardar en archivadores aquello que no nos gusta...
-Dante es una pena que te marches así...
¡Una pena! Si, es cierto ¡Me voy, me voy!- Me mira con ojos de animal abandonado en mitad de una carretera desértica. Me giro y continuo caminando en zig zag.
-Chao Dante...- Sus últimas palabras me rompen el alma ¿Chao Dante? ¿Eso es todo? ¿Un año compartiendo fluidos y ahora me dices un irónico y debastador "chao"?
¡Estúpida, estúpida!
Son las dos de la tarde, despierto en mi cama hambriento y despeinado. Música, necesito música...un clásico, Mile Davis para comenzar el mediodia bastará.
Enciendo el grifo, el agua cae bruscamente por los cristales humedos de la ducha. Como siempre ahí estoy yo, delante del espejo, mirándome, preguntándome quien coño es ese tipo que intenta traspasar el reflejo de mi ser...¿Es que acaso me conozco?
-¿Qué es lo que estás buscando Dante?- Me dice mi reflejo con mirada desafiante.
-Eh...-Nervioso me pierdo en mis propias palabras.¿Qué es lo que estoy buscando?-Supongo que la felicidad...
-¿La felicidad?¿Te refieres a ese estado inalcanzable y utópico para el espíritu?
-¿Utópico? Creo que no vas a poder convencerme compañero, desde el interior del espejo se deben ver las cosas muy oscuras...
-Iluso...Sabes que la felicidad no existe, ¿Crees que porque una sirena te haya besado vas a ser eternamente joven?
-Sólo quiero ducharme, no me apetece ponerme filosófico cuando estoy recien levantado...
-De acuerdo, de acuerdo, te dejo entonces...pero recuerda estas palabras viejo amigo..."El tiempo no es eterno".
Salgo de la ducha permitiendo que las gotas golpeen contra el suelo formando pequeños charcos a mi alrededor. Enciendo la televisión, la apago, me siento delante de este ordenador que tan poca estima me tiene e intento escribir un breve relato, ¿amor otra vez? te empiezas a repetir gilipollas.Afortunadamente tengo tiempo de descansar un rato antes de volver a vestirme y reunirme con todos los imbéciles de la clase de ingenieria para tomar unas cervezas.
A las diez de la noche espero en la plaza del ayuntamiento, ayer a esta hora aun no sabía que debia encontrarme con Beatriz dos calles más allá.
Ella era tan encantadora, aun recuerdo su rostro y su mirada penetrante. Había una asignatura que nunca llegué a comprender, pero allí estaba ella dispuesta a socorrerme. Lo cierto es que no sólo me salvó de suspender el curso, lo cierto es que me salvó la vida. La muy astuta rozaba su pie con mi entrepierna bajo las mesas de la biblioteca. Primero vinieron los bocados inocentes en el dedo, luego arrastraba su lengua por los poros de mi piel, al tercer dia mi entrepierna se alegraba de saludar a su diminuto pie de geisha.
-¡Hola! ¿Qué tal?- Le dijo el pie a mi ingle enroscandose lentamente hacia arriba.
-Oh...¿Sabes que yo ahora debería estar dormido?
-Lo se entrepierna pero...quiero jugar a la bella durmiente, esta vez tu harás el papel de bella y yo, pie pequeño y femenino me disfrazaré de principe azul ¿Qué te parece?
-Me parece que es hora de estudiar, estamos en una biblioteca y tu deberias estar enroscado en tu zapatilla...
-¡Entrepierna, no seas aguafiestas!¡Despierta! ¡Vive, renace de tus cenizas
!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Magnífico, magnífico!! Me ha encantado.
No sólo hay alguna que otra sentencia de esas que uno después podría citar -pongamos como ejemplo la de "¿No es la soledad el único remedio para encontrar la libertad?"-, sino que la historia entera se presenta tan real, tan calcada al milímetro de lo que ha podido ser la vida de muchos de los que te leen, que sorprende.
Últimamente me estoy ejercitando en el ritmo, y creo que este desde el principio hasta el final lo mantiene maravillosamente.
De verdad, me ha encantado.

Y ya que estoy dando señales de vida te digo que no quiero perderme en el remolino vertiginoso de las vacaciones, así que a ver si quedamos una noche -que con este maldito sol no se puede a otras horas- y nos tomamos algo.
Yo sigo escribiendo, solo que por ahora estoy enfrascado en mi novela. Ya te daré detalles.

Un saludo enorme!

"¿Amor otra vez? Te empiezas a repetir gilipollas"

Anónimo dijo...

Miro tras ella, un grupo de amigos la esperan, miro tras de mi, ni siquiera mi sombra me sigue.
Me estás sorprendiendo Andrés tío, muy bueno.